miércoles, 28 de octubre de 2009

Isabel I

Isabel I (1558-1603), hija de Enrique VIII y Ana Bolena, subió al poder al morir su hermanastra María en 1558. Al subir al trono hizo frente a una serie de problemas religiosos, bélicos y dinásticos. Antes de Isabel I y después de Enrique VIII  los reinados se caracterizaron por cambios en la religión, unos elegían el catolicismo y otros el protestantismo, por ejemplo; Enrique VIII eligió el protestantismo y María el catolicismo.
Entretanto se le planteaban otra seri de porblemas tales como el matrimonio y por tanto la sucesión, además María de Escocia reclamaba el trono.
Pese a estos porblemas su reinado fue largo y estable gracias a su habilidad y su antibelicismo bajo el lema "semper eadem" resistencia al cambio.
Pero la principal cuestión del reinado era fijar la orientación religiosa, el sentimiento primordial seria el protestantismo fijado por Enrique VIII el "catolicismo enriciano" basado en el dogma y liturgia católica pero sin separados de la iglesia anglicana y del Papa. El segundo problema dentro de la religiosa era como instarurar el protestantismo sin violencia, entonces en 1559 Isabel I logró que el Parlamento aceptase las actas de Supremacía y Uniformidad, con alguna resistencia por parte de los Obispos Lores católicos.
También aprobaron que no hubiese ningún cambio en el modelo eclseial, que permaneciese jerarquizado.
El segundo punto importante era el tema de la sucesión, que provocó tensiones entre el parlamenteo y la reina que mantenía que eso debía ser decisón suya y no del parlamento, ya que entre sus "pretendientes" estaría Felipe II o Francisco de Anjou, y se concertaba el matrimonio sería vincular la monarquía inglesa con una de estas potencias, y la reina no quería.
Isabel I gobernó tranquila y autoritamente gracias a tres pilares fundamentales: apoyo de su Consejo, apoyo del Parlamento y pocas ideas expansionistas de la reina
     
         * La reina gobernó ayudada por un consejo que ella misma eligió, de los cuales se puede destacar a Wiliam Cecil. Este Consejo se caracterizó por un alto grado de homogeneidad y pocas disputas, gracias a la  homogeneidad religiosa y la continuidad de las grandes familias en los altos cargos de gobiernó.
    
        * El Parlamento, con sus dos cámaras, la de los Lores y los Comunes, era pieza clave de la política.   La soberanía residía en la unión entre el rey (este caso la reina) y el Parlamento.

        *Otra razón importante de la tranquilidad fue ue Isabel I no tenia aspiraciones expansionistas y supo intervernir prudentemente en los asuntos exteriores, hasta no le quedó mas remedio que enfrentarse a
 Felipe II y al papa

Entrada subida por: Paco Tello
Bibliografía: Historia moderna universal; A. Floristán

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